Los científicos saben que la mayoría de las células tumorales utilizan la glucosa para alimentar su crecimiento incontrolado y ahora un equipo internacional de investigadores ha identificado una proteína, la PARP 14, que si se apaga podría detener la enfermedad ya que está producida en exceso en prácticamente todos los tipos de cáncer humano pero no en las células normales.
En concreto, han descubierto que su papel en el cáncer es «permitir a las células aprovechar la glucosa de una manera diferente a las células sanas que a su vez promueve su rápido crecimiento incontrolado al tiempo que las protege del ciclo normal de muerte celular programada», ha explicado Concetta Bubici, de la Universidad Brunel de Londres, en Reino Unido.
Debe estar conectado para enviar un comentario.